Un último reposo
Inspirado en una obra de Meritaron (publicación).
Imagino un altar
donde reposar del reposo
los últimos minutos.
Antes de recorrer el camino,
infinito,
de árboles deshojados.
Jugar solo
La habitación era enoooorme...
Que lejos aparecía el techo;
que lejos la pared y la ventana;
que lejos los estantes de encima de la cama.
El niño miraba en rededor,
escrutando las esquinas, los rincones,
buscando en la oscuridad
alguien con quien jugar.
El niño juega a que habla.
El niño juega a escuchar lo que se dice.
Juega a contestarse y a volverse a preguntar.
Juega a que tiene alguien con quien hablar.
Pronto se cansa de contestarse preguntas,
y de preguntas que no sabe contestar.
Y grita, y llora, y patalea furioso,
porque quiere alguien con quien jugar.
Pero la habitación es tan enoooorme,
que nadie lo oye rabiar.
Exhausto y solo se duerme
soñando que el juego fue realidad.
3 comentarios:
me gustan ambos poemas.
No sé decir porqué, solo es que me resultan muy evocadores. El segundo incluso angustioso...
A mí también me gustan mucho, sobre todo el segundo ^^
Me uno a las felicitaciones.
Yo creía que sólo valía "derredor" (extraña palabra, ahora que lo pienso) pero gracias al poema he aprendido que "rededor" también es correcto.
Lo que más me gusta del segundo es esa idea de jugar a que uno habla, y jugar a que alguien contesta... Buena descripción. (Muchos políticos siguen haciendo eso mismo toda su vida.)
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