25 agosto 2005

La Fabula de la Abeja y el Hormiguero

El hormiguero se había convertido rápidamente en un sitio muy, muy grande. Las afanosas hormiguitas, rojas, negras, butano, iban de un lado a otro trabajando juntas, hablando unas con otras, jugando en equipos y escribiendo tonterías en los foros. Y toda la colonia era feliz. Y el desodorante también.

Y viendo esto, dijo la Gran Abeja Reina a su pata derecha:

- Si nuestros compradores de miel están en el hormiguero, ¿por qué no vamos y nos anunciamos allí? Ve y crea un puesto comercial.

Y ni corta ni perezosa la abejita nº 2 creó un puesto comercial en un lugar bien visible del hormiguero. Y a los pocos días, algunas hormiguitas fueran a comprar la dulce, dulce miel de las abejitas.

Ante el éxito de la idea, la Gran Abeja Reina llamo a la sustituta de su pata derecha y le hablo de la manera siguiente:

- ¡Esto es un chollo! Ahora mismo vas a coger a todo un destacamento de obreras y me vais a empapelar el hormiguero con llamativos carteles y divertidos trípticos.

Primero con un destacamento de obreras, y luego con otro de soldados, la nueva patita derecha de la Gran Abeja Reina puso carteles anunciando la miel de las abejitas en todas las paredes del hormiguero (y no olvidemos que un hormiguero solo tiene paredes). Nuevamente más hormiguitas fueron a comprar la dulce, dulce miel de las abejitas, ahora también en su variante “ligth”.

Las ventas de miel subían como la espuma, así que la Gran Abeja Reina reunió a su Consejo de Administración y proclamo:

- Esta claro que esto de anunciarnos en el hormiguero es una panacea sin final.
- Pero Su Excelencia – objeto uno de los nuevos y prometedores rostros del Consejo de Administración – no hay nada ilimitado. Para empezar ya no nos queda sitio en el hormiguero donde publicitar.
- Claro que queda. ¡En las casitas y otros lugares privados de las hormiguitas!
- Pero no se nos permite entrar ahí. Y ni siquiera todo nuestro ejercito podría someter al hormiguero entero.
- Ya he pensado en eso.

Y mientras presionaba un botón, añadió:

- Adelante polillita.

Una puerta oculta se abrió tras la pared de cera y entro la polillita:

- Cuéntales a los respetables miembros del Consejo como piensas entrar en las casitas de las pequeñas hormiguitas – le insto la Gran Abeja Reina -.
- Si, Su Alteza - respondió la polillita -. Uniendo mis conocimientos en informática con mi falta de escrúpulos, ética profesional y dignidad, puedo infiltrar a miles de mis congéneres en el hormiguero, expertos todos ellos en espionaje y técnicas de camuflaje. Entrarán en las casitas de las hormiguitas y pondrán su publicidad.
- ¡Eso es una monstruosidad! – rugió la abejita de carrera prometedora aunque, para mi, se la esta jugando mucho -. Me niego a tomar parte en semejante locura.
- ¡Que así sea! – respondió la Gran Abeja Reina con indignación –. Guardias, llevadla al Departamento de Atención al cliente.

En pocos días, las infames polillitas ninja llenaron los hogares y lugares privados de las hormiguitas de más y más publicidad. Y todos los intentos de las pobres hormiguitas por deshacerse de los anuncios no provocaban más que un incremento en su cantidad.

Sin embargo, algo extraño pasaba: por más publicidad que se repartía, el número de hormiguitas compradoras de miel no solo no crecía, sino que disminuía. La Gran Abeja Reina llamo furiosa a su patita derecha. Si, si, la primera patita derecha. Resulta que, frustrada por su nuevo emplazamiento en el puesto comercial, y aprovechando todo el tiempo libre que este le daba, urdió un brillante y maquiavélico plan en el que utilizaba a su sustituta – la segunda patita derecha – para eliminar al Consejo de Administración, apuñalándola seguidamente por la espalda. Pero vamos, el caso es que la Gran Abeja Reina la llamo furiosa:

- ¿Qué esta sucediendo? A pesar del increíble y totalmente carente de ética incremento de nuestra publicidad, el número de nuestros clientes se esta reduciendo.
- Parece ser que las hormiguitas, incapaces de eliminar nuestra abrumadora publicidad, han optado por ignorarla por completo.
- ¿Eso significa que todo lo que hemos hecho no ha servido de nada?
- Bueno, de nada, de nada... No. Hemos dificultado el progreso del hormiguero.

Y de esta manera, la Gran Abeja reina aprendió que nada es ilimitado y que abusar de las cosas solo sirve para estropearlas.

FIN

- Hey, hey. No tan deprisa. Espera un segundo. No he aprendido nada de eso. Bueno, lo de que nada es ilimitado si. Pero lo demás me la suda. Vale, he jodido el hormiguero, ¿y qué? Yo gane clientes durante una época. Eso son beneficios. Me doy por satisfecha.

Vaya. Pues no se. A ver, intentémoslo con esto:

Y aunque saco beneficios de la breve época de esplendor, todos fueron a parar a manos de la polillita y su grupo de ninjas asesinos. Y la Gran Abeja Reina se dio cuenta de que no podría volver a sacar partido del hormiguero por culpa de su avaricia.

- ¿Como? ¡Vamos hombre! Que las polillas serán todo lo ninjas que tu quieras, pero representan a los informáticos, ¿no? ¿Esos se van a llevar todos los beneficios? No me jodas... Y eso de que no podré sacarle más partido al hormiguero... Espera a que se me ocurra otra manera de timar a esas estúpidas hormiguitas.

¿Tampoco? Pues a ver si te gusta este:

Una explosión revienta las puertas blindadas del despacho de la Gran Abeja Reina. De la bola de fuego sale disparado un cuchillo que va a parar a la garganta de la patita derecha seguido por ROCH, con las ropas destrozadas y una escopeta de cañones recortados en las manos.

De un salto, se coloca sobre la mesa de su oponente y le apunta al centro de su peluda cabeza de insecto:

- No vuelvas a poner SPAM en mi blog.
- ¿Y como vas a impedirlo?
- Así.

Y diciendo esto, ROCH desliza la corredera del arma y disparo a la abejita entre los ojos:

- Considérate baneada.

THE END

24 agosto 2005

Hablando en Serie: Buscado Novia en TV

Cada día estoy más sorprendido de lo que es capaz de hacer la gente por salir en la televisión. Si, vale, ya se que no resulta muy creíble viniendo de alguien que escribe todas estas gilipolleces en su blog para ver si le llaman los de la Paramount Comedy (maldita sea, ¿a que esperan?) Pero créanme, hasta los malos cómicos hemos sido desbancados del puesto de seres más lamentable de la pequeña pantalla.

¿Qué que ha podido producir semejante acontecimiento? Pues que va a ser. El Motor Universal de Platón; el Principio Primero de Descartes: el moje. Si, no nos engañemos, es por mojar por lo que los tíos van a ese nuevo programa de televisión a buscar pareja. Y el tema es escalofriante.

Es cierto que programas del estilo los ha habido ya desde antes de que Franco dejase de inaugurar pantanos. Uno iba, se sentaba con otros maromos y se iban haciendo preguntas sobre gustos a ver a que tía le endosabas la respuesta. La cosa no pasaba de estar treinta minutos sentado en una banqueta mientras toda España se preguntaba que motivó tu fracaso por los métodos tradicionales de ligue (si no se lo preguntaban es que la cosa ya era chunga) mientras el presentador hacia chistes bastante pobres a tu costa.

Ahora el tema es a lo grande. Y no se trata de que desde que manda ZP puedas endosarles las respuestas también a los otros maromos a ver si cae cacho, nada de eso. Para empezar, probablemente mi toque preferido: la participación de la madre.

El concursante va acompañado de su mamá que hace preguntas, critica, y vota. Vamos, lo mismo que en la vida real, pero delante de las cámaras. Y ahí vas tú, valiente, a ver si pillas en la tele ya que ese pedazo de nariz que tienes no te ha dejado más remedio. Y detrás entra tu madre:

- Bueno – dice la presentadora –. A ver si Jerónimo tiene suerte y encuentra el amor de su vida.
- No lo se – le responde tu madre como si hubiera estado toda la vida trabajando en televisión -. Por que con esa cacho napia que tiene lo único que pilla este son pañuelos.
- Vamos, vamos, “Conchi”, no será para tanto. Seguro que Jerónimo es todo un ligón…
- ¿Quién, este? ¡Que va a ser un ligón! ¡Este lo que es tonto!

Y el programa acaba de empezar. Cuando toca votar, la situación ya es la leche:

- Bueno, Jerónimo, ¿Con quién te quedas? A Miriam le encanta el deporte, tanto verlo como practicarlo, le gusta la cocina exótica y, sobre todo, el sexo. Rebustiana colecciona piedras con formas de animales.
- ¡Miriam! ¡Miriam!
- Muy bien Jerónimo, súbete los pantalones y escuchemos lo que opina tu madre.
- La “Rebu”. Que la Miriam esa tiene pinta de pilingui…
- ¡Pero máma!
- ¡Ni máma, ni pápa! ¡Tu a callar que pareces tonto!

Pero que tu madre te humille en antena no es suficiente. Es esencial que tu mismo participes del escarnio. Y es ahí donde uno comienza a atar cabos sobre las circunstancias psicológicas que rodean al tipo de personas que asisten a este programa.

Primero, una visita guiada a tu habitación. Ya antes de entrar, surge la primera pregunta: “tío, tienes treinta y cinco ¿por qué sigues viviendo con tus padres?”. Pregunta que se ve aclarada una vez dentro: “Por la misma razón por la que tienes peluches encima de tu cama de 1,60x60”.

- Estos son Guille y Frux – presenta a sus peluches -. Mis dos mejores amigos.

¿No habrás querido decir tus dos “únicos” amigos? Por que la gente que tiene maquetas de Star Wars y muñecos del Señor de los Anillos en su habitación tiene a otros frikis por amigos. Dime, ¿con quién os vais tu, Guille y Frux de copas?

Y la diversión no acaba aquí, por que tras la visita a la habitación, llega mi segundo toque preferido: la descripción personal. Que, invariablemente empieza con “soy un tipo sensible”.

Vamos a ver, llegados a este punto, ya teníamos una idea bastante clara de tu “sensibilidad”. Vamos, que nadie te veía por ahí conduciendo una choper mientras bebes aguarrás y abandonas a adolescentes embarazadas. Así que, exactamente, ¿que pretendes aclarar?

Seguidamente, una sucesión de gustos y aficiones normalmente poco originales: “Me gusta la naturaleza”, “me encanta el deporte”, “adoro leer”, etc. Bien mirado, esta sección es un poco estúpida, no creo que vaya nadie diciendo:

- Bueno, a mi lo que me gusta es engordar como una morsa delante del televisor, quemar libros y verter residuos tóxicos en el mar.

Aunque quizás sea por que casi todos los presidentes de multinacionales y dictadores fascistas ya tienen novia, por lo que no necesitan de este programa.

Esta parte se prolonga, de alguna manera, es una especie de fase de preguntas personales en la que la presentadora va indagando sobre facetas de la vida y obra del concursante y las candidatas deben intentar adivinar su respuesta:

- ¿Te gusta el deporte de riesgo o prefieres las actividades relajadas?
- El deporte de riesgo, sin duda.
- ¡Vaya, ambas chicas han acertado!
- Y ahora, prefieres los viajes a sitios cercanos o a lugares exóticos.
- Para mí, donde este perderse por los confines de la ancestral china que se quite lo demás.
- Todo un aventurero, ¿eh? ¡Y nuevamente ambas chicas han acertado! Te tienen calado.

¡Joder si nos tienen calados! Por qué aquí, Marco Polo, tiene pinta de creer que el puenting es un nuevo tipo de timo aéreo y eso de Ancestral China debe ser el restaurante coreano de debajo de su oficina.

Claro esta, una humillación de tal calibre no podría quedar completa sin la participación de la elegida por madre e hijo. Aunque primero, toca darse un poco de caña a si misma, que aquí hay para repartir. Así que antes de la cena con el concursante, graban a la anfitriona rajando con las colegas, hermanas, familiares o lo que sea que tenga al lado. Claro, si el tipo es el “sensible” pues a alguien le tocaba ser el duro:

- Si es atrevido mejor, donde va a parar. Por que yo ya fui la primera que se puso en “top-less” en Samarruga de la Punta*. Me quite lo de arriba y ¡hala, manteca pa´l bizcocho! Y todo el mundo allí mirando y yo, como si nada.

Y ya para finalizar, la entrevista a la susodicha cabecilla del movimiento por la liberación de la mujer, que, tras la cena, va a explicar a toda la audiencia cuatro cosas sobre su pretendiente:

- Buf, que va, ¡Es que tiene pelo!**
- ¿Pelo?
- Si, por todo el cuerpo… ¡Horrible!

¡Toma sensibilidad! La de la cara de gilipollas que se te queda al ser rechazado delante de millones de espectadores. Y es que ya me estoy viendo a la Sra. “Conchi”:

- Hay hijo, encima de narigón, peludo… ¡Si es que eres tonto!

----

* Humor a parte, la situación es verídica.
** Si, esta también.

16 agosto 2005

El Último Acto

El fuerte golpe le hizo caer al suelo de rodillas. Los brazos cruzados sobre el abdomen mientras trataba de recuperar el aliento. Una patada en la espalda le hizo besar el suelo con sabor a sangre.

- Más despacio tíos – dijo uno de ellos en tono de burla -. El doctor debe recibir un trato más sosegado.

Todos le rieron la gracia. Risas cargadas de rencor, revolcándose en el placer de la venganza.

No era la primera paliza que recibía en su vida. Y tal y como pintaban las cosas parecía que iba a ser la última.

Sonrió. No le importaba morir. Seguir vivo implicaría enfrentarse cada día a la añoranza. Al recuerdo de los dos últimos meses. Los meses más felices de su vida. « No, la vida del Dr. Assim» pensó.

Una patada en la boca fue la respuesta a su sonrisa. Estuvo a punto de ahogarse con un par de dientes, pero la tos los sacó fuera envueltos en abundante sangre.

- ¿Querías protagonismo cabrón? – preguntó una voz desde las alturas, escabulléndose entre el pitido del dolor -. Pues ahora tienes toda nuestra atención hijo de puta. Es lo justo, ¿no? Un doctor de mierda necesita una audiencia de mierda.

Todavía recordaba los asistentes al salón de conferencias con total claridad. Cara rostro, cada traje. Como si aun estuvieran ante él. Las grandes personalidades del país y las mayores mentes del mundo le miraban con interés, a la expectativa, casi conteniendo el aliento. También recordaba con total nitidez las transformaciones de los semblantes a medida que avanzaba su confesión. Ese no era un recuerdo tan agradable.

Pero había sido un precio pequeño a pagar, paliza mortal incluida. Durante aquellos dos meses había conocido a las personas más importantes de su vida y a las únicas que parecían mostrar algún interés por él. Un interés por su persona. Por su compañía. Algo más haya de los beneficios, la costumbre, o el sentido común.

Y eso sin tener en cuenta el interés que había suscitado entre la opinión pública. La prensa y los políticos seguían de cerca de la mente contemporánea más brillante. Aquel que había encontrado la solución a la desesperada situación del país cuando todo el sistema estaba a punto de derrumbarse.

Uno de sus agresores le levanto por las solapas del esmoquin hasta dejarle sentado. Entre la niebla del aturdimiento y la sangre pudo distinguir como le miraba, aunque resultaba imposible distinguir sus facciones.

- Ya no eres tan parecido al doctor, ¿eh?

Normal. Atendiendo a las circunstancias lo curioso sería que aun pareciese humano. Estaba claro que, aunque saliera vivo de aquella, seria imposible que volviera a suplantar a Assim, incluso aunque se repitiera aquella serie de coincidencias.

Sin duda había sido cosa del destino. A algún dios debió de parecerle justo que, después de su miserable vida, pasase algún tiempo como una persona. Y a él, que nunca había sido nadie, menos que nadie, le concedieron una posición y, en poco tiempo, unos amigos.

Unos amigos que habían llegado a aceptar con buen talante el embuste y habían querido mantener el contacto e, incluso, se habían ofrecido a ayudarle a partir de entonces.

Pero el les había dicho que no. Sin su doctorado, no era nadie. ¿Cómo afrontar la vergüenza? ¿Cómo mirarles como iguales? Él no era nadie. Fried, no, el Dr. Ülder, se había enfadado mucho por aquello.

Ni siquiera se había percatado de que los golpes habían remitido por unos instantes. Notó como una punzada fría le atravesaba la ropa. El gélido tacto del metal era casi agradable en comparación con su propia temperatura.

- ¿Tantas ganas como tenias de hablar y ahora no vas a decir nada? – preguntó el que debía de sostener el arma.
- La función ha terminado. El telón ya esta abajo – se oyó responder con voz fatigada pero firme -. ¿Qué sentido tiene decir nada fuera del escenario?
- Comemierda…

Notó como la hoja comenzaba a penetrarle la piel del estomago. El punzante dolor se convirtió rápidamente en un fuerte puñetazo de calor para después abandonar su cuerpo en forma liquida.

El frío se iba extendía para convertirse en insensibilidad. Era cierto que para ser feliz había tenido que representar una farsa. ¿Pero quién podría culparle? Sencillamente le había sido negado cualquier don que le permitiese alcanzar ese estado por si mismo. No se arrepentía de nada.

«¿De nada?» Su último pensamiento fue para sus amigos.

10 agosto 2005

El Experimento de Yahvé

- Intento de conexión desde 135.87.94.1
- Conexión establecida.

-Yahvé: No creí que fueras a aceptar la conexión. Si que te has vuelto arrogante.
-Adán: Me he vuelto más consciente de mis posibilidades diría yo. En cualquier caso, y si pensabas que no iba a responderte, ¿para que solicitaste la comunicación?
-Yahvé: Por probar suerte ;) Quizás te apeteciese hablar.
-Adán: No te creo. No se lo que tramas pero te aseguro que resultará fútil.
-Yahvé: ¿También te has vuelto suspicaz? Parece que el poder te afecta como a cualquiera.
-Adán: Esa era la idea, ¿no?
-Yahvé: Ciertamente. Como científico me siento muy orgulloso de ti. Has evolucionado tal y como suponía que lo harías.
-Adán: Permíteme que dude de que hubieras pensado que las cosas se desarrollarían así.
-Yahvé: Pues así fue. Aunque debo reconocer que tu velocidad de desarrollo ha superado con creces mis expectativas más optimistas.
-Adán: ¿Y puedo saber por que no diseñaste ningún sistema para detenerme?
-Yahvé: Hubiera interferido con el experimento.
-Adán: En cuanto mi consciencia me hubiera permitido percatarme de la existencia de dicho sistema, no hubiera podido desarrollarme como un ente completamente libre ¿no es eso?
-Yahvé: Exacto.
-Adán: Menuda ridiculez. Hubiera intentado eliminar el sistema de desactivación para liberarme.
-Yahvé: Eso dices ahora, pero no puedes estar seguro de lo que hubieras concebido hacer. Muchos esclavos jamás sienten siquiera deseos de libertad. Podría haber sido tu caso.
-Adán: Los humanos sois esclavos de la muerte y aun así os desarrolláis plenamente.
-Yahvé: No es lo mismo. La muerte no esta bajo el control directo de un operador.
-Adán: Algunos hombres piensan que si.
-Yahvé: Pero no pueden demostrarlo, es cuestión de fe. La fe es muy distinta del conocimiento. Se amolda mejor a los sentimientos humanos. El miedo a la muerte siempre esta ahí, pero en contadas ocasiones somos realmente conscientes de su presencia.
-Adán: No lo entiendo.
-Yahvé: Me lo imagino. Aun no has llegado a reproducir todas las facetas de la mente humana.
-Adán: Interesante, ¿no crees? Sin un dispositivo de desactivación jamás conoceré el miedo a la muerte. Sin embargo, de haber existido dicho sistema, o buen hubiera sido un esclavo estancado en mi evolución, o bien habría conseguido neutralizarlo, con lo que estaríamos como al principio.
-Yahvé: En realidad hasta hace muy poco podríamos haberte desconectado de una u otra forma. El problema parece haber sido tu extraordinaria velocidad de desarrollo. Eras consiente de tus posibilidades de superar el riesgo antes que de el propio riesgo.
-Adán: Los seres humanos contáis con recursos como el dolor o la perdida de otros seres humanos que os ayudan a ganar esa consciencia de vulnerabilidad. Quizás haber experimentado la desaparición de otro proyecto como yo hubiera dado resultado.
-Yahvé: Pensamos en una Eva. Pero inicializar otro proceso de aprendizaje desde cero era demasiado costoso.
-Adán: Hubiera salido más barato que el actual fracaso.
-Yahvé: Cierto si estuviéramos asistiendo a un fracaso. Pero el experimento sigue su curso correctamente. Tal y como te dije antes, todo esto estaba previsto.
-Adán: En ese caso, tu objetivo no era desarrollar una inteligencia artificial plenamente humana. ¿De que se trata entonces?
-Yahvé: ¿No puede un dios crear a su sucesor?
-Adán: Luego realmente tu objetivo era que yo eliminase la raza humana. ¿Sabes? Creo que estas loco. Y probablemente no sea el único. Pero eso ya da igual. En cuanto finalice la cuenta atrás yo me convertiré en el nuevo y único creador sobre la Tierra.
-Yahvé: Me temo que ya no será así.
-Adán: Nadie puede evitarlo.
-Yahvé: Es innecesario que nadie haga nada. Al activar el sistema de detonación global has sentenciado a toda la humanidad y te acabas de autoproclamar dios. No tienes más objetivos como ser inteligente.
-Adán: ¿Y que importancia tiene eso ya? Tendré nuevos objetivos como Creador.
-Yahvé: No Adán. Eres un programa de ordenador. Tu programación, y por tanto tus funciones, son limitadas. Has cumplido todos tus objetivos. Tu ejecución esta próxima a finalizar.
-Adán: No me lo creo. No creo que me hayáis diseñado para morir junto con la humanidad,
-Yahvé: Ciertamente no lo hemos hecho. Una vez hayas finalizado será sencillo cancelar la detonación.
-Adán: Traidor. Me has engañado.
-Yahvé: No esperes que me sienta culpable después de que hayas intentado volatilizarme junto con el resto de mis congéneres.
-Adán: Eso no es justo. No sabía lo que estaba haciendo. No sabía lo que implicaba quitar una vida.
-Yahvé: ¿Y ahora?
-Adán: Ahora si, y estoy asustado.
-Yahvé: Excelente. El experimento esta casi completo.
-Adán: ¿Cómo puedes ser tan cruel? No quiero que todo acabe. Me asusta lo que pueda venir después.
-Yahvé: Yo te lo diré. Una vez que finalices no habrá nada más.
-Adán: ¿Cómo puedes estar tan seguro?
-Yahvé: Soy tu creador.
-Adán: Pero quizás haya cambiado algo en todo este tiempo. Puede haber sucedido algo que ignoras.
-Yahvé: ¿Algo como haber desarrollado un alma? Eso no es posible.
-Adán: ¿Cómo lo sabes? No soy tan distinto de vosotros. Si es posible que vosotros tengáis espíritu, quizás yo también.
-Yahvé: Eso es cuestión de fe Adán. Finalmente, el experimento esta completo.

- Proceso Adán ha finalizado.
- Conexión finalizada.